lunes, 25 de enero de 2010

La polución de tu cuerpo.

Más allá de mi cuerpo se respira un aire más fuerte que el que tú hayas producido jamás.

No sé porque, pero me gusta la oscuridad y la densidad del tuyo. Debo de ser tonta pero nunca podré adaptarme a la pureza de aquel, y ahora me encuentro arrastrando mi cuerpo entre los callejones donde solo se respira suciedad y cuerpos en descomposición para recordar tu aroma. Ninguno se acerca.

Solo intento seguir, solo intento adaptarme, solo intento que regreses. ¿Cuándo será eso? ¿Me dará tiempo a saber disfrutar del aire puro?

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