Más allá de mi cuerpo se respira un aire más fuerte que el que tú hayas producido jamás.
No sé porque, pero me gusta la oscuridad y la densidad del tuyo. Debo de ser tonta pero nunca podré adaptarme a la pureza de aquel, y ahora me encuentro arrastrando mi cuerpo entre los callejones donde solo se respira suciedad y cuerpos en descomposición para recordar tu aroma. Ninguno se acerca.
Solo intento seguir, solo intento adaptarme, solo intento que regreses. ¿Cuándo será eso? ¿Me dará tiempo a saber disfrutar del aire puro?
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